viernes, 16 de noviembre de 2007

EL MITO DE LA AYUDA INGLESA - PARTE VI: LA COMPRA DE ARMAMENTOS POR AMBOS BANDOS.

OTROS DATOS ANEXOS:

1- Se menciona constantemente, que el Contra-Almirante Chileno Patricio Lynch, General en jefe de las tropas invasoras del Perú luchó en China y la India como soldado inglés, intentando con esto hacer creer que eso es una evidencia de la intervención inglesa…., ¿que sucedería con Juan Guillermo More (o Moore) , capitán de la Independencia, que ingresó como guardiamarina a la ARMADA BRITANICA, EN 1854?
¿ Es que alguna mente trasnochada consideraría que decidió encallar la Independencia para terminar favoreciendo a Inglaterra?

2- Se habla de la compra de los siguientes cruceros:

a) El crucero auxiliar “Angamos”, comprado a Inglaterra en octubre de 1879: no se menciona la particularidad de que dicho navío era un transporte, no un buque de guerra y fue habilitado, es decir, fueron instalados sus armamentos, en Chile.
b) El crucero “Esmeralda”, también comprado a Inglaterra, en 1881, cuando la campaña naval había terminado, este crucero llegaría a Chile recién en 1884, cuando la guerra había concluido.

3- Sobre las lanchas torpederas que Chile compró a Inglaterra:
Las lanchas torpederas eran embarcaciones que pesaban entre 5 y 35 toneladas, o sea, constituían embarcaciones pequeñas

Estas lanchas se armaban y desarmaban, según las necesidades; en el caso de las chilenas, estaban dotadas de torpedos de botalón y ametralladoras Hotchkiss, por ser de pequeñas dimensiones, tenían poca autonomía, así que solo servían para labores de patrullaje, en caso de viajes largos, debían ser remolcadas por vehículos mayores.

Los torpedos de botalón resultaron ser un fracaso por tener que acercarse demasiado a las embarcaciones para hacerlas estallar.



Es común que las diferentes armadas de estos países, no incluyan en sus estadísticas a estas embarcaciones, por resultar pequeñas y de poca importancia en términos de victorias navales, en todo caso se debe recordar que se desarrollaron dos batallas entre torpederas, en esta guerra, y una de estas, fue enviada a patrullar el lago Titicaca durante el conflicto.



SOBRE LA COMPRA DE ARMAS A OTROS PAISES, DISTINTOS DE INGLATERRA:

La historia peruana tiende a recordar la captura del navío “Rimac” (no era chileno), en el cual fue encontrada la documentación siguiente:

“Un paquete de órdenes, en el que se avisa al comandante en jefe del ejército expedicionario chileno la pronta llegada de Europa del vapor Glenelg trayendo ametralladoras ligeras Hotchkiss y pesadas Gatling, artillería Krupp de campaña, seis millones de cartuchos, diez mil uniformes, granadas Palliser (requeridas reiteradamente por el almirante peruano Miguel Grau y que siempre fueron negadas al Perú) y 5.000 sables de caballería. El vapor New Castle trae Nordenfeldt navales, 18 cañones Armstrong, 2.000 fusiles Krospatchek, bayonetas, 4.000 carabinas Winchester, cañones de montaña Krupp y 100.000 metros de drill para uniformes. Más tarde llegará por el estrecho de Magallanes el Genovese con más rifles Grass y 14.000.000 de cartuchos."

Aquí vemos que ya no se toca el tema del apoyo inglés, sino que la supuesta falta de trasparencia de aquellos países que se declararon neutrales, pero que terminaron vendiendo armas a Chile.

¿ Era porque odiaban a Perú, o porque ofrecían sus servicios al mejor postor, independiente de sus declaraciones de neutralidad?

Con respecto a las armas, para ser más precisos , los rifles Comblain, para 1878 se discontinuó su fabricación, Bélgica fabricó un nuevo tipo de rifle llamado Comblain II, del cual existen dos subtipos, el Chileno (hecho con las especificaciones solicitadas por Chile para la guerra ) y el brasileño. Los otros rifles, Beaumont y Grass, fueron elegidos por poseer el mismo calibre del Comblain (11mm). La milicia chilena usaba desde hacía mucho tiempo los rifles Comblain, por lo que prefirieron mantener el uso de ese calibre, de hecho en Chile durante la guerra, se fabricaron los cartuchos de municiones y por eso era necesario uniformar el numero de calibre y no dedicarse a fabricar diferentes municiones para diferentes tipos de rifles.

Se trata de mencionar al rifle Comblain como un estupendo rifle de combate, no hay forma , repito , no existe forma de que estos rifles superaran a los Remington y Peabody, estos rifles , sin lugar dudas eran los mejores de aquella época, se puede consultar a cualquier especialista en armas; sólo para ejemplificarles los rifles Comblain eran de MONOTIRO.
Dichos rifles (Remington y Peabody), fueron usados por el ejercito PERUANO Y BOLIVIANO, no por el chileno.

Ahora hablemos de Perú, la pobre víctima que luchaba sola contra el mundo, sin que nadie le prestara una mano de ayuda….

Ya mencioné que Perú se encontraba en bancarrota….

En 1876 Perú se declara unilateralmente en moratoria, dejando a todos sus acreedores (franceses, ingleses, etc),sin forma de cobrar.

En 1879 se realiza una colecta a nivel nacional, con el objetivo de reunir fondos , se reunió una gran cantidad de efectivo, entre joyas y dinero, se comisionó al presidente Prado para que viajara a Europa , quien viaja en diciembre de ese año, lamentablemente, no volvió hasta 1887 a Perú. Su viaje dejo a la ciudadanía desolada. ¿ Con qué objetivo viajaría a Europa, sino fuese porque tenía la seguridad de que estos supuestos países “neutrales”, le venderían armas?

Con esta pobre garantía, el sólo hecho de dar la palabra de que pagarían, no era suficiente para que algún país les vendiera armamentos.

Que sucedió entonces:

Al iniciarse la guerra, el gobierno peruano le compró a la Pacific Steam Navigation Company (poderosa compañia inglesa de navegación) el vapor Oroya, que lo incorporó a su escuadra como transporte, bueno, como vemos, Inglaterra le vendió barcos a Perú.

La Casa Grace, a cuenta del gobierno peruano, compró en Estados Unidos tres lanchas torpederas Clase Herreschoff , de las cuales dos llegaron desarmadas a Panamá en julio de 1879. Ya armadas y bautizadas como Alianza y República, se intentaron llevar a Arica en noviembre de 1879, pero sin éxito por su poca autonomía. Sólo la Alianza fue llevada a Arica en marzo de 1880 y la República permaneció en el Callao. La tercera nunca llegó, fue embargada en Estados Unidos.

· Una lancha torpedera fue comprada en Inglaterra por el vicepresidente Canevaro en 1879 y bautizada como Alay (otra vez Inglaterra¡¡), se quedó en Panamá con sus máquinas descompuestas y cuando viajaba al Perú, fue capturada en diciembre de 1879 por el crucero chileno Amazonas, incorporándose a la marina chilena con el nombre de Guacolda.

· Fuera de esto se compraron lanchas a particulares en el Perú, para usarlas en la ronda de los puertos así como para intentar armarlas con torpedos: en 1879 se incorporaron la lancha Arno (era de regular tonelaje, por eso también la llaman 'vaporcito') que abastecia de agua a las guaneras de Tarapaca y las lanchas Lima y Callao que servian en la empresa del muelle darsena y el dique del Callao. Asímismo, se transfirió la lancha Resguardo del resguardo aduanero. Todas estas lanchas eran de escaso andar (menos de 10 nudos) y estaban dotadas del tipo de armamento ya señalado en las primeras lanchas, aunque la Arno por su mayor tonelaje pudo recibir incluso 2 piezas Armstrong de 40 libras.

· En plena guerra el Perú intentó adquirir álgún acorazado en uso, enviándose comisiones navales a: Estados Unidos a cargo del capitán de navío Luis German Astete y a Europa cargo del contraalmirante Alejandro Muñoz y del capitán de navío Ulises Delboy. No se lograron resultados, ya sea por acciones de la diplomacia chilena o por falta de dinero.

· A mediados de 1879 intentó comprar a Francia la fragata blindada La Gloire, a través de un agente en Nicaragua, pero la diplomacia chilena descubrió la treta y una nota oficial que dirigió al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia bastó para suspender la venta.

· Aníbal Villegas, consúl peruano en Hamburgo, logró una opción de compra en Dinamarca de la fragata blindada KMD Danmark y la posibilidad de comprar un blindado más pequeño (la fragata Peder Skram o el buque torre Lindormen), pero no se pudo depositar las 20 mil libras esterlinas exigidos como cuestión previa en agosto de 1879. La compra era posible, pues Dinamarca había mostrado pocos escrúpulos en la venta de armas a otros países en conflicto.

· Se intentó adquirir el acorazado Fethi Bulend de Turquía a fines de 1879. Se otorgaron sumas de dinero a políticos para que convencieran la sultán de la operación, pero el marino inglés Hobbart Baja, que servía en la marina turca, deseoso de evitar la pérdida de uno de los mejores buques de Turquía, optó por advertir a la legación chilena en Londres sobre el negocio en vísperas de que este fuese concluido en Constantinopla. Un funcionario chileno fue enviado a Constantinopla para que mediante un estipendio de no menos de 3 mil libras esterlinas, influyese en el ánimo del sultán para que esté no accediera a vender buques al Perú. Lo cierto es que a Perú le faltaba financiamiento, pues el buque le iba a costar 250 mil libras esterlinas, precio excesivamente alto que seguramente incluía la comisión de compra y el pago de sobornos.

· En Estados Unidos, se logró la opción de compra del Stevens Battery, un buque blindado que no estaba terminado y el Perú tenía que pagar y esparar que lo completen, aunque los constructores decían que estaría listo en 90 días. El Perú no lo compró porque en enero de 1880 los agentes no entregaron los 750 mil dólares que se pedía por el cambio de gobierno. A fines de ese año, el Stevens Battery fue vendido a 55 mil dólares a un armador que lo desguazó.

· Perú compró en los astilleros Howaldt de Kiel dos cruceros no blindados con casco de fierro, que para despistar a los agentes chilenos se les llamó Sócrates y Diógenes. Ambos buques, originalmente construídos para Portugal, fueron embargados en Inglaterra cuando se le montaban cañones Armstrong por cuestiones de “ neutralidad”. Terminada la guerra, el dinero no alcanzó sino para sacar al crucero Sócrates, bautizado como BAP Lima, recién en 1889, mientras el Diógenes permaneció en Inglaterra hasta 1898. ¿Pero el tema era una cuestión de “neutralidad”, o más bien se relacionaba con la declaración unilateral de bancarrota que afectaba sobremanera a los bondholders inglese?

Como se puede ver, opciones de compra tuvieron, ya que existían países que les importaba un rábano la neutralidad, el problema es que no tenían dinero y tampoco tenían crédito para la compra, obviamente ningún país les iba a regalar sus barcos, incluso en EEUU prefirieron vender el barco para desarmarlo que venderlo, aunque fuese en cuotas. Aún así, pudieron comprar tres lanchas torpederas. Lamentablemente para el Perú , la diplomacia chilena era lo suficentemente eficaz no sólo para comprar armamento, sino que también para impedir su venta a Perú, y eso , no es culpa de Inglaterra, señores.

Pero , estas compras son bastante conocidas, no son ninguna novedad, pero revisemos otras adquisiciones hechas por Perú durante el conflicto, menos conocidas por el público en general:

- El transporte “Chalaco” , zarpó del Callao el 9 de junio de 1879 en dirección a Panamá, adonde llegó el 14, embarcando 6 mil fusiles y un millón de tiros, regresando el 20 de junio al Callao donde fondeó el 27. El 6 de julio de 1879 zarpa con dirección a Arica, llegando el 8 con 10 mil fusiles Remington, 200 mil tiros para Bolivia, 750 mil tiros para Perú, 14 torpedos peruanos (minas marinas), 3 torpedos Lay y una lancha vapor, la San Lorenzo, que tenía torpedos de botalón. Cabe mencionar que dicha lancha a vapor no tenía las características deseadas para operaciones bélicas y pronto fue dejada de lado. Al mes siguiente regresaría con 5 mil fusilesmás y un torpedista estadounidense a fin de impartir funciones de mantención y artillería.

- El transporte “Talismán”, . El 13 de mayo de 1879 zarpa nuevamente a Panamá llegando el 19. Embarca 2.200 fusiles Remington, 50 mil tiros, 200 granadas (o proyectiles) Palliser y al coronel boliviano Antonio Aramayo. Llegan al Callao el 2 de junio. Zarpó hacia Panamá el 19 de junio y llega el 25, fondeándo nuevamente el 9 de julio. En este viaje trajo 880 fusiles Remington, 3 mil Peabody, 750 mil tiros de Remington, 201.600 de tiros Remington para Bolivia, 580 mil tiros de Peabody, 498 carabinas Evans, 100 mil tiros de Evans, 8750 cápsulas Henry, 10 mil cápsulas de Winchester y 3360 de Spencer.

Pueden leerlo en : Historia Marítima del Perú de Melitón Carvajal, año 2004.

Dejo un extracto del libro de Benjamín Vicuña Mackenna (chileno), Historia de la campaña de Tarapacá: “ Asombrosa actividad marítima que desplegara los peruanos mientras nuestros buques se pudren en el bloqueo. El Talismán realiza su tercer viaje a Panamá y el Chalaco regresa de ese puerto repleto de armas. El Oroya lleva elementos de guerra a Mollendo y a Arica. Conduce tropas a Sama, a Ite y a las quebradas de Vito y Camarones……..”.

¿Lo del torpedista norteamericano les suena a imaginación?,
les dejo un extracto de una carta enviada por el ministro de la legación alemana, Gülich, a la cancillería berlinesa el 5 de agosto de 1879:
"En el caso que, contra todas las expectativas y esperanzas, el asunto del Luxor pudiese conducir a algo más grave, me permito informar, que ayer mi colega británico, que en la medida que lo conozco es muy confiable, me dijo que "el Gobierno del Perú había contratado los servicios de un excelente especialista en torpedos anglo-americano, que estaría capacitado técnicamente para acercarse a un barco de guerra y volarlo"."

"Con la ligereza que ha demostrado hasta el momento la conducción suprema de la guerra en Chile, teme mi colega inglés que caiga en la trampa de la Marina peruana. Esta pretende ahora separar a la flota chilena y eventualmente volar en pedazos a los blindados chilenos uno tras otro por medio de este especialista yankee".

"...Con posterioridad supe que el técnico de torpedos yankee, un tal mayor Harvey, habría llegado al Callao con 24 chalupas-torpedo parcialmente desarmadas. Se le habría asegurado un sueldo relativamente alto por parte del Gobierno peruano, además de premios que recibiría en caso de tener éxito en su proyecto dirigido contra la flota chilena".

Se debe agregar, que Colombia era NEUTRAL, en aquella guerra, por lo que se ve, nadie respetaba la neutralidad, para ninguno de los 2 bandos.

¿De donde vendrían estos armamentos? ¿De EstadosUnidos? ¿de Europa?, lamentablemente es algo que no puedo aseverar.

Otras ayudas recibidas a favor de Perú:

El 27 de julio de 1879, Costa Rica y Perú suscribieron un protocolo, para liquidar la deuda de 100,000 pesos que debía por la ayuda prestada. cancelar la deuda con 5,500 fusiles Rémington modelo español, bayonetas triangulares y 1.159.000 cartuchos. Parte de este armamento se recogió de Punta Arenas, puerto costarricense en el Pacífico. El resto se envió a Panamá (que era “ neutral”).

- A mediados de septiembre, en cumplimiento de sus órdenes, el Capitán de Navío Patricio Lynch Zaldivar, comandante de la expedición naval, capturó en el puerto de Palta al vapor inglés "Islay" y posteriormente al vapor de bandera norteamericana "Isluga". En ambos casos la captura de estas presas se justificó de acuerdo a los servicios que prestaban al gobierno peruano.

El "Islay" traía en sus bodegas varias decenas de cajas que contenían un total de siete millones doscientos noventa mil soles (moneda peruana) en billetes y 360.000 soles en estampillas de correos. Tanto los billetes como las estampillas estaban fabricados en Estados Unidos por una importante casa bancaria y transportados bajo la tuición de una no menos relevante empresa neoyorquina.

- La situación del "Isluga" fue distinta. Investigaciones sumarias llevadas adelante por el fisco chileno en los años siguientes y motivadas por el reclamo presentado judicialmente por el ciudadano norteamericano Mr. Thomas Gaige, quien era su aparente dueño y armador, demostraron a todas luces- por medio de elocuentes documentos - que las acciones desarrolladas por el vapor en aguas peruanas eran ilegales. Por este motivo, el "Isluga" fue confiscado como presa marítima de guerra en virtud de normas vi gentes sobre la materia, pasando a ser propiedad del estado chileno; finalmente,en honor a la verdad, se determinó que dicha embarcación era de propiedad peruana, siendo comprada durante la guerra con la intención de contrabandear pertrechos de guerra.
(EL CONTRABANDO DE GUERRA DE LOS VAPORES "ISLAY E ISLUGA" DURANTE EL BLOQUEO DE EL CALLAO (1880): LAS INVESTIGACIONES POSTERIORES Y SUS IMPLICANCIAS, Ricardo Molina Verdejo).

Aquí asalta la siguiente duda, si Perú estaba en bancarrota, si se había declarado en moratoria con sus acreedores, por lo tanto, no tenía crédito, y si el único dinero contante y sonante se lo llevó Prado en su viaje y nunca regresó (bueno, hasta 1887)……. De donde sacaron dinero para la compra de esas armas (las que transportaban el “Chalaco” y el “Talismán)?

- La ametralladora francesa Claxton, ubicada en el moro de Arica, poseía casquillos (de las municiones) con el sello de fabricación francesa.

- Eso es con respecto al armamento, que sucedía con el recurso humano?

En su gran mayoría los artilleros de los navíos de guerra peruana eran ingleses (en la armada chilena también existían pero en mucho menor proporción, de hecho muchos de los artilleros en Perú eran chilenos y producto de la guerra, se devolvieron a su nación, por lo que Perú se vio obligado a contratar ingleses); si Inglaterra estaba ayudando a Chile, para qué habían ingleses trabajando en buques de guerra peruanos?

Les dejo de ejemplo el Huascar:

Maquinistas
Primero: Tomás Juan Wilkins, Segundo: Tomás W. Hughes, Tercero: Ricardo Trennemann, Cuarto: Henry Lewer y Archibald Mac Callum , Ayudante de Máquina: Augusto Metheus.

Oficiales de Mar
Primer Condestable Charles Mc Carthy , Primer Condestable Williams Leonard

Artilleros Contratados
James Anderson , Jorge Mathison , Robert Rundle , Alfredo Strund, Williams Burns, John Grand , Eduardo Price, Albert Avenell, Eduardo Perry, Michel Murphy, Henri Otto, John Baker, Daniel Mc Carthy , John Devine, George Smith, James Dobins, Federico Meiggs, Charles Bex, John Dunnet , Samuel Varnisch.

Artilleros:
John Henry Hill, John Price, John Lumby , James Ward, Henry Smith.

Y eso como ejemplo….

Pero también existieron varios capitanes de la compañía inglesa Pacific Steam Navigation Company que actuaron como declarados enemigos de Chile, haciendo las veces de informantes de los aliados, ya sea proporcionándoles periódicos impresos en Chile a las autoridades de puesto peruanas o hasta trasladando prisioneros chilenos capturados en el mar. Tal fue el caso de los señores Petrie, Steadman, Naoden y Gross.
( Bulnes, Gonzalo; Historia de la guerra del pacífico.)

lunes, 5 de noviembre de 2007

EL MITO DE LA AYUDA INGLESA - PARTE V: DESMINTIENDO EL APOYO DE LA FLOTA INGLESA

¿APOYO INGLES HACIA CHILE?

Se plantea, en forma majadera, el supuesto apoyo de la flota inglesa, a favor de Chile, en caso de que las cosas no salieran bien para la nación del sur. ¿Qué hay de cierto en ello?.

Analizaré aquí esa supuesta intervención inglesa a favor de Chile:

Poco después del comienzo de la guerra hizo Lord Salisbury, en nombre del Gobierno inglés, al Embajador Alemán en Londres, Conde Munster, la pregunta de si el Gobierno Alemán estaría dispuesto a iniciar en conjunto con su Gobierno, una mediación entre Chile, Perú y Bolivia, para terminar la guerra. No se podía sin más rechazar la proposición inglesa que estaba fundada en el interés comercial de Inglaterra y Alemania en Sud-América occidental. Bismarck echó mano de un recurso. Se declaró en principio de acuerdo con una mediación común; sin embargo, hizo depender el concurso del Gobierno Alemán de que se debía invitar a tomar parte al Gobierno de los Estados Unidos, interesado especialmente en todas las cuestiones americanas. Lord Salisbury estuvo en esto de acuerdo, e hizo hacer, por intermedio de su Embajador en Washington, una pregunta al respecto. Como era de esperarlo, la contestación del Gobierno Americano fue absolutamente negativa. Lord Salisbury “se contrarió mucho” con la contestación, como telegráficamente lo comunicó al Embajador Alemán en Londres el 25 de Junio de 1879.

Según una comunicación del Embajador Imperial Alemán en Londres, de 13 de Julio de 1880, después del bombardeo de Mollendo, el Gobierno Italiano se dirigió simultáneamente al Gabinete del ministro francés St. James y al Gobierno Francés, y les propuso una protesta común por los pretendidos actos contra el Derecho Internacional ejecutados por los chilenos en el indicado puerto y otros lugares de la costa del Perú. El Ministro inglés de Relaciones Exteriores, Lord Granville, declaró por dos notas de 12 y 13 de Julio de 1880 a los Embajadores Italiano y Francés, estar de acuerdo con tal procedimiento. El manifestó (en la nota al Embajador Italiano General Menabrea) que el proceder de las tropas chilenas había sido acompañado de tales excesos, que “no solamente en el interés de la Humanidad sino también en protección de los derechos de la neutralidad”, parecía necesario proceder; y termina su nota con las palabras: El Gobierno de Su Majestad está, por lo tanto, enteramente listo para unirse con el Gobierno de Italia y con cualquiera otra potencia extranjera para hacer, ya sea colectivamente o separadas, una demostración ante el Gobierno de Chile contra la acción de sus tropas en Mollendo y una protesta contra la repetición de actos violatorios de los usos de guerra civilizada.

El 26 de Julio dirigió el Embajador italiano en Berlín, Conde Launay, una comunicación al Gobierno Alemán por la cual invitaba a intervenir con el fin de producir la paz. El Secretario de Estado contestó verbalmente de orden del Canciller del Imperio, que Alemania tenía escrúpulos de tomar parte en la “llamada mediación amistosa”. El principal escrúpulo, dice el protocolo existente de la Conferencia, se funda en el giro que ha tomado la guerra desde aquel primer proyecto de mediación (de Lord Salisbury). Cuando Lord Salisbury hizo su proposición estaba todavía indefinida la cuestión de la suerte de las armas, y por eso no estaba excluída la esperanza de que ambas partes, para evitar las calamidades de la guerra, se avinieran más o menos a la conservación del stato quo ante bellum.

En cambio, hoy las cosas se encuentran en otro estado, pues se puede suponer con seguridad que ahora Chile victorioso sólo renunciará a una conquista de territorio por la fuerza o la amenaza de la mediación amistosa». A esto no se sentía inclinado el Gobierno Alemán. El Ministro Alemán Residente en Lima, recibió la siguiente orden telegráfica de parte del Encargado de Negocios de Alemania en Londres: «Sin orden especial, absténgase de toda mediación». Es interesante, que también el Gobierno Austro- Húngaro, como se desprende de una comunicación del Embajador de Alemania en Viena, de 30 de Julio, había rechazado la proposición italiana sin obrar de acuerdo con el Gobierno Alemán. El Canciller del Imperio dió a conocer al Gobierno chileno su manera de pensar. Comunicó al Ministro Residente en Santiago, telegráficamente, el 15 de Agosto, la siguiente orden: “El Gobierno Imperial no acepta una intervención que se tiene proyectada por otros países; espera mientras tanto que la vida y propiedades de los alemanes en el Perú serán tratados conforme a Derecho”. El futuro demostraría que para arreglar las indemnizaciones debidas a los alemanes por los inevitables perjuicios de la guerra, no hubo necesidad de ninguna protesta ni de ninguna decisión por medio del arbitraje, como lo estimaron necesario otras potencias.

Hay que llamar la atención a la forma como se interpretaron en Washington los proyectos de intervención de las grandes potencias europeas. El Ministro Alemán en aquella capital comunica el 7 de Septiembre sobre una conversación que él había tenido con el Secretario de Estado Seward y en la cual éste emitió el siguiente juicio: “Bajo todo punto de vista, me es muy agradable que a Inglaterra y a sus dos supuestos aliados no se les haya ocurrido invitar a los Estados Unidos para una cooperación. En todo caso, nosotros la habríamos rechazado. En un asunto como el actual es mejor para nosotros obrar solos. Por medio de una acción común con las otras potencias, se habrían perjudicado nuestras aspiraciones” .

Al mismo tiempo que los italianos, se esforzó el ya nombrado Ministro en Lima Mr.Christiancy, por ofrecer a los beligerantes la mediación norteamericana. El y su colega Osborne tuvieron tan poco éxito como los mediadores europeos. Tuvieron lugar negociaciones pasajeras, las que pronto terminaron sin resultado. El 3 de Diciembre de 1880 presentó el Embajador británico en Berlín nuevamente la proposición de mediar entre Chile y el Perú o de proponerles someterse a la decisión de un arbitraje. Esta proposición fue rechazada a nombre del Príncipe de Bismarck por el Secretario de Estado. El Canciller del Imperio indicó al Secretario de Estado recalcar especialmente “que una intervención siempre revestía el carácter de inclinarse a favor del vencido cuando, como en el presente caso, uno de los dos beligerantes abiertamente es el vencedor, y sería escabroso atraerse tan sólo la apariencia de faltar a la imparcialidad”.

Parece, por otra parte, que el representante de Inglaterra esperaba tal contestación, pues le declaró al Secretario de Estado que ya el Príncipe en el verano anterior, a una pregunta semejante, había esquivado la respuesta con una broma. El Gobierno alemán, sin embargo, estimó necesario disipar nuevamente toda duda en el ánimo del Gobierno inglés sobre su apreciación en el asunto y dió instrucciones al efecto al Embajador alemán en Londres, con fecha 31 de Diciembre de 1880, de “que nosotros damos la debida importancia al hecho de marchar unidos con el Real Gobierno de Gran Bretaña en todo lo que se refiera a la protección de la vida y bienes de los súbditos de ambos países. Sin embargo, si por parte del Gobierno inglés se insinuase de nuevo la idea de una mediación de paz, le ruego expresarse en el sentido de las instrucciones del 27 de Julio y tomar en cuenta el fracaso de las recientes negociaciones de Arica iniciadas bajo los auspicios de Norte América”.

A pesar de todo, el 21 de Febrero de 1881, el Embajador francés y dos días más tarde el inglés, se acercaron de nuevo al Gobierno Alemán y lo impusieron de una supuesta petición del Gobierno peruano para obtener la mediación entre él y Chile. El Embajador inglés declaró al respecto que su Gobierno estaría eventualmente dispuesto a iniciar la mediación en la forma de buenos oficios. También esta insinuación fue rechazada por parte de Alemania, la cual hizo notar al mismo tiempo que si solamente se trataba de «good offices» con el consentimiento de ambos beligerantes, sería una garantía del carácter amistoso de la gestión el que fuera hecha por una sola potencia y no por varias al mismo tiempo.

Las otras grandes potencias europeas no volvieron a insinuar a Alemania en el transcurso de la guerra otras proposiciones de intervención. Algunas de ellas consideraron conveniente, aun en los últimos momentos de la conclusión de la paz, hacer dificultades a Chile oponiendo objeciones a ciertos artículos del tratado de paz.

El que tampoco Alemania tomase parte en esto, ocasionó en Chile, en el Gobierno y en la prensa, viva, satisfacción. Así, el diario «La Epoca» del 27 de Abril de 1884, dice lo siguiente:

«Nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores ha recibido comunicaciones oficiales del Imperio Alemán, en las cuales se da la seguridad de que esa potencia se niega decididamente a entrar a la coalición europea que protesta, a cuya cabeza se encuentra Francia. El señor Barón von Schenk ha confirmado también personalmente a nuestro Gobierno, en una visita, tal noticia, la cual, aunque de gran importancia, no po dí ser una sorpresa para la opinión pública, pues ésta estaba de antemano convencida de que el Imperio Alemán, nación justa y al mismo tiempo de sentido práctico, que conoce sus intereses en el extranjero y que sabe lo que significa hacer la guerra y salir victorioso, no se declararía solidario de tal em presa. Otro provecho que Chile obtiene del levantado procede de Alemania, es el camino que esta potencia ha propuesto respecto de las reclamaciones por perjuicios que los súbditos alemanes han sufrido a causa de las operaciones militares de nuestro ejército. Como se sabe, Alemania no ha echado mano a un arbitraje, sino que ha preferido, confiando a nuestra rectitud someter los asuntos pendientes a negociaciones directas entre ambos Gobiernos... Nos parece que esto se llama entender la politica internacional y los verdaderos intereses de sus súbditos».

Por otra parte, el Gobierno Alemán no limitó su actitud respecto a Chile únicamente a negarse a tomar parte en la intervención sino que dio activos pasos en su contra. Según comunicaciones de los Ministros residentes en Chile y el Perú, llegó a conocimiento del Gobierno Alemán en el transcurso del año 1883, que según opinión del Gobierno chileno las entonces pendientes negociaciones de paz tendrían pronto su desenlace favorable para Chile si las potencias reconocieran como Presidente del Perú al ex-ministro de Guerra Iglesias, elegido por las provincias peruanas del Norte. El Gobierno Alemán ordenó al Encargado de Negocios en Londres, Conde de Bismarck, recomendar al Gobierno inglés el reconocimiento del señor Iglesias y comunicar que nosotros estábamos con gusto dispuestos a agregarnos a tal paso.

Según un comunicado del Embajador Imperial Alemán en Londres del 4 de Agosto de 1883, el Gobierno inglés no aceptó esta insinuación. En la nota dirigida al Embajador por Sir Julián Pauncefote se da como causa lo siguiente: «El General Iglesias no tiene actualmente sino pocos hombres bajo sus órdenes y es ahora incapaz de tomar posesión del Departamento de la Libertad. Los chilenos parecen deseosos de ver firmemente establecido al general Iglesias, pero nuestro representante en el Perú dice que no obstante las seguridades chilenas en contrario, las probabilidades de paz son extremadamente nebulosas y que a menos que las autoridades chilenas sostengan al General Iglesias en manera muy enérgica, es de temer que esta nueva tentativa de paz experimente un fracaso».

Ya en una comunicación anterior había demostrado el Embajador que en Londres existía una cierta animosidad contra Chile. Según la comunicación (de 30 de Julio de 1883) había declarado el Subsecretario (Sir Julián Pauncefote) que los chilenos se aprovechaban de su victoria en forma dura: el desgraciado Perú sería completamente pisoteado por ellos, y se supone que Chile intencionalmente impide en el Perú el que se restablezca su autoridad, para arrastrarlo cada vez más al desorden y al estado permanente de guerra civil, para con ello llevarlo por agotamiento al abismo. El Gobierno inglés desea que cuanto antes este estado de cosas tenga un fin, ya solamente en interés de la humanidad (naturalmente). Si los chilenos verdaderamente llegasen a un acuerdo con Iglesias, que fuera aceptado por la mayoría de los peruanos, el Gobierno inglés estaría con gusto dispuesto, de acuerdo con las otras potencias, a reconocer a Iglesias. Entonces el reconocimiento no habría tenido el significado deseado. Evidentemente poco le importaba a Inglaterra la humanidad sino no dejar que Chile se engrandeciera a costa de su enemigo. También en Francia se preguntó por parte de Alemania sobre el reconocimiento del señor Iglesias. El 29 de Septiembre de 1883 dió cuenta al Embajador en París de una conversación con el Ministro interino de Relaciones Exteriores, señor Jules Ferry. También éste creía que Iglesias no tenía ningún partido en el propio país, y parecía poco inclinado a un reconocimiento de él. Llama la atención, por lo demás, que, según comunicaciones del representante francés en el Perú, el señor Ferry manifestara la opinión en la conversación de que la situación de Iglesias todavía era dudosa por la resistencia del dictador Piérola. (INFORME DEL SENADOR DON MIGUEL CRUCHAGA TOCORNAL,
MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES EN EL SEGUNDO PERIODO DEL PRESIDENTE ALESSANDRI, Y REPRESENTANTE DE CHILE EN ALEMANIA, DESDE 1913 A 1918, «Problemas Jurídicos-Políticos , Junio de 1919, págs. 27-48,Vol IX, CANCILLERIA CHILENA)

(Historia de la guerra del pacífico, Gonzalo Bulnes, 1911-1919)

En conclusión:

Inglaterra en varias ocasiones intentó mediar en el conflicto (al igual que EEUU) con "fines de ayuda humanitaria" (¿no será que prefería que Chile no se quedara con los territorios?, a fin de que siguieran perteneciendo a Perú, con lo que sería más fácil controlarlos, por el contrario de lo que sería con Chile); posteriormente, tampoco estaría de acuerdo con la idea de Chile de reconocer al general Iglesias como presidente, ya que creía que no tenía el poder de convocatoria suficiente para gobernar.
Claramente por "mediar" implicaba si fuese necesario, el "demostrar", o sea el uso de la fuerza, para ello tuvo la suerte de aliarse con Francia e Italia, pero requería el apoyo de otra potencia..
EEUU no tenía intenciones de adherirse, puesto que iba en contra de la doctrina Monroe...
Entonces Inglaterra necesitaba a Alemania para ello, pero este Imperio, vaya Dios a saber porqué, se negó en REPETIDAS OCASIONES.Con esto fueron frustradas las intenciones de Inglaterra (y Francia).

Ahora cabe pensar sobre esa "demostración", ¿a quién le sería encargada? ¿quizás a los navíos que ya tenía Inglaterra como "observadores" ?

domingo, 4 de noviembre de 2007

EL MITO DE LA AYUDA INGLESA A CHILE- PARTE IV: MITO DEL ARMAMENTISMO CHILENO

OTRO MITO, EL “ARMAMENTISMO” CHILENO:

También se mencionan constantemente las “malévolas” intenciones de Chile y su preparación para una guerra con el fin de usurpar de sus riquezas a Perú y Bolivia, ¿que hay de cierto en eso?

El ejercito chileno, desde 1867, empieza a disminuir su numero de efectivos en forma considerable. La evolución de la planta del ejercito de Chile antes de la guerra del pacífico desde el año 1866 hasta el 1879, varió de 8033 soldados a 2400.
Fuentes: "La Supuesta Preparación de Chile para la Guerra del Pacífico", de Carlos Grez (Boletín de la Academia Chilena de Historia, Nº 5, 1935) y "Chile y Perú, La Historia que nos Une y nos Separa", de Sergio Villalobos R. (Santiago de Chile, 2002)
Y con respecto a las nóminas de oficiales, de un total de 149 en 1878, diminuyeron a 101 en 1879.
Fuentes: "La Supuesta Preparación de Chile para la Guerra del Pacífico", de Carlos Grez (Boletín de la Academia Chilena de Historia, Nº 5, 1935) y "Chile y Perú, La Historia que nos Une y nos Separa", de Sergio Villalobos R. (Santiago de Chile, 2002)

Y la guardia nacional, vean su variación:
1866= 45.895
1867 =53.220
1868 =50.518
1869 =54.972
1870 =52.721
1871 =54.294
1872 =30.447
1873 =35.092
1874 =24.287
1875 =21.951
1876 =22.647
1877 =6.687

Fuentes: "La Supuesta Preparación de Chile para la Guerra del Pacífico", de Carlos Grez (Boletín de la Academia Chilena de Historia, Nº 5, 1935) y "Chile y Perú, La Historia que nos Une y nos Separa", de Sergio Villalobos R. (Santiago de Chile, 2002)


La Escuela Militar de Chile estaba cerrada desde 1876, producto de los recortes. Sólo en marzo de 1879, con la guerra encima, volvió a ser abierta en situación de emergencia.
La Escuela Naval también debió ser cerrada ese mismo año de 1876.
La Guardia Nacional había sido drásticamente recortada, salvándose de la disolución por un solo voto parlamentario, en 1877. Sin embargo, al año siguiente se decretó su definitiva clausura, medida que fue ampliamente aplaudida producto de las críticas que se habían hecho a un supuesto "exceso" de contingente militar "innecesario" por parte de políticos liberales y pacifistas de la época.
En 1878, los batallones de infantería habían sido reducidos de 400 a 300 plazas.
Ese mismo año, los batallones de artillería bajaron de 6 a sólo 4, y cada compañía se redujo desde 100 hombres a solamente 75.
También los escuadrones de caballería fueron reducidos en 1878, pasando de 140 a 120 hombres.
Hacia fines de año, el Presidente Pinto calculaba que el contingente de la Guarnición de Santiago apenas llegaba a 515 hombres. En caso de emergencia, no podría disponerse de más de 200.
En 1879, los chilenos contaban con un total de sólo 2.849.730 cartuchos Comblain, que no alcanzaban ni para una columna de 3.000 hombres, como bien acota Encina. Ante esta situación, debieron habilitarse viejas maestranzas al mando del Coronel Marcos Segundo Maturana, para dirigir la fabricación artesanal de casi 130.000 vainas de Comblain diariamente. Recién en 1882 se compró la primera máquina de fabricación de casquillos: una Gevelot de segunda mano.
De los 401 hombres que había en el cuerpo de oficiales de Chile, al iniciarse el conflicto, nada menos que 111 de ellos estaba en "retiro temporal", es decir, alejados de funciones, característica imposible de esperar de un país que, supuestamente, se estaba preparado para iniciar una guerra desde hacía años.

GASTOS DE CHILE EN DEFENSA NACIONAL ANTES DE LA GUERRA DEL PACÍFICO
Año Pesos ($)

1866= 7.903.246
1867 =5.894.301
1868 =3.171.360
1869 =2.980.136
1870 =3.159.020
1871 =2.941.927
1872 =2.904.567
1873 =2.737.711
1874 =3.046.226
1875 =3.229.985
1876 =3.050.627
1877 =2.648.192
1878 =2.370.233
1879 =2.211.564
Fuentes: "La Supuesta Preparación de Chile para la Guerra del Pacífico", de Carlos Grez (Boletín de la Academia Chilena de Historia, Nº5, 1935) y "Chile y Perú, La Historia que nos Une y nos Separa", de Sergio Villalobos R. (Santiago de Chile, 2002)


Una información entregada por el Barón D'Avril desde la Legación de Francia en Chile, dirigida a su patria el 23 de febrero de 1879, cuando la guerra ya era inminente:

"Si los peruanos y los argentinos se declaran a favor de Bolivia, Chile corre el riesgo de encontrarse en el mismo caso que el infortunado Paraguay".

"El gobierno hace todo lo que puede para reunir hombres y dinero. Reorganiza la Guardia Nacional, que había sido disuelta casi en todas partes como medida económica. Un préstamo de un millón de pesos fue obtenido en Valparaíso. La casa Gibs (sic), que dirige la sociedad salitrera de Antofagasta, puso 500.000 pesos a disposición del gobierno. Continúa las negociaciones para el arreglo definitivo del empréstito de un millón de libras esterlinas del que ha he informado al departamento".

Recordemos que los blindados Cochrane y Encalada habían sido comprados previamente ante una eventual guerra con Argentina, después de eso se trató de venderlos para paliar la crisis.

Lo que se desprende de todas estas documentaciones, es que Chile no pasaba por un buen momento financiero, y se había visto obligado a hacer recortes en diferentes gastos, incluyendo el militar. Eso difícilmente puede llamarse armamentismo.

sábado, 3 de noviembre de 2007

EL MITO DE LA AYUDA INGLESA : PARTE III

EL MITO DE LOS CAPITALES INGLESES EN TARAPACA:

Primero quiero comenzar con una pequeña aclaración sobre el término inversión extranjera, la cual en su definición más simple, es el acto de adquirir activos fuera del país de origen. Estos activos pueden ser financieros o de portafolio (como bonos, depósitos bancarios, o acciones); o de inversión directa, que son aquellos que implican la propiedad de los medios de producción (como plantas o tierras).

Ahora, con respecto a las inversiones en empresas salitreras:

En 1875, los capitalistas peruanos controlaban el 54% de las inversiones salitreras, los chilenos el 18% y los ingleses el 15%, Guillermo Billinghurst, uno de los políticos PERUANOS de la época más conocedores del problema salitrero, sostenía que gran parte de los capitales 'ingleses' no eran inversiones provenientes de Londres, sino que fueron obtenidos a base de créditos concedidos por los bancos de Lima y Valparaíso a particulares de origen inglés. Billinghurst opinaba que los ingleses no jugaron un papel decisivo en la promoción de las primeras explotaciones salitreras: "no han sido capitalistas ingleses los que han imprimido a la industria salitrera la marcha inicial que le ha servido para adquirir su actual desarrollo... La compañía chilena de consignaciones invirtió en habilitaciones salitreras hasta cerca de $1.500.000. El Banco Edwards que hizo adelantos en este mismo negocio y cuatro o cinco casas de ese puerto comprometieron aquí más de $1.000.000 (GUILLERMO BILLINGHURST: Los capitales salitreros de Tarapacá, p. 30, Stgo., 1889)

El Banco de Valparaíso organizó once sociedades anónimas para la explotación del nitrato en Tarapacá: "el mercado financiero de Valparaíso se hallaba, por lo tanto, representado en la industria del salitre en Tarapacá, desde 1870 en adelante en más de $6.500.000”. (GUILLERMO BILLINGHURST: Los capitales salitreros de Tarapacá, p. 30, Stgo., 1889).

Las casas financieras de Valparaíso monopolizaban la compra y venta de toda la producción de nitrato de la costa del Pacífico. Oscar Bermúdez señala que "todo el salitre inclusive el de Tarapacá era objeto de transacciones comerciales en Valparaíso antes de ser enviado a Europa" (OSCAR BERMUDEZ: Historia del salitre, 1905).

Los capitalistas peruanos, que poseían la mayor parte de las estacas salitreras, se veían obligados a realizar sus operaciones en el mercado mundial por intermedio de las casas financieras de Valparaíso. Emilio Romero, economista peruano, anota que "la navegación a vapor por el estrecho de Magallanes hacía largo el camino hasta las salitreras, por cuyo motivo muchas transacciones sobre el salitre se hacían en Valparaíso y no en el Callao, circunstancias que hizo creer a muchos europeos que el salitre era chileno" (EMILIO ROMERO: Historia Económica del Perú, p. 405, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1949.).

La penetración de capital chileno en Antofagasta se aceleró en la década de 1860 con los descubrimientos de salitre hechos por los arrieros de José Santos Ossa (chileno), quien junto con Francisco Puelma (chileno) fundó la Sociedad Exploradora del Desierto de Atacama, compañía que rápidamente obtuvo privilegios del gobierno boliviano. El 5 de septiembre de 1868 el ministro de Hacienda de Bolivia expedía la siguiente resolución: "se concede a la Sociedad Exploradora del Desierto de Atacama, el privilegio exclusivo de 15 años para la explotación, elaboración y libre exportación del salitre en el Desierto de Atacama" El investigador chileno, Oscar Bermúdez, acota: el presidente boliviano, Melgarejo, que "no tenía la menor noción de la riqueza minera y salitrera de esta vasta zona, la había entregado gratuítamente a los peticionarios chilenos, excepto el pago de diez mil pesos que éstos hicieron en la Tesorería de Cobija" (OSCAR BERMUDEZ: Historia del salitre, p. 326, Ed. Universitaria, Stgo., 1905).

Gonzalo Bulnes, historiador chileno de la guerra del Pacífico reconoció que "el privilegio era tan extremado, las concesiones tan vastas, que el pueblo boliviano protestó, con razón, enérgicamente contra ellas" (OSCAR BERMUDEZ: Historia del salitre, p. 326, Ed. Universitaria, Stgo., 1905).

José Santos Ossa ( descubridor del salar del Carmen) y Francisco Puelma entraron en sociedad con Agustín Edwards (chileno) y Guillermo Gibbs (inglés), creando la “Melbourne y Clark Cia” que aumentó su capital inicial de $2.500.000 en 1872, a cinco millones en 1879,ésta compañía pasaría posteriormente “Compañía de salitre y Ferrocarril de Antofagasta”. En agosto de 1874 se firma el Tratado, según el cual la Compañía de Salitre Antofagasta o cualquiera otra industria chilena que se estableciera en el litoral quedaban libres de todo derecho fiscal o municipal, por el término de 25 años. Asimismo se otorgaba exclusividad a los empresarios chilenos para la explotación del Salar del Carmen que abarcaba 6.400 hectáreas.

El capital inglés en dicha empresa ni siquiera llegaba al tercio de la misma y pertenecía , casi en un 100% a Guillermo Gibbs. Su directorio se encontraba en Valparaíso y la participación inglesa en la sociedad no llegaba ni a un tercio de la misma, correspondiendo al aporte capital de la firma de Williams Gibbs. De este modo, no hay razones comerciales ni legales para considerar que la Compañía no era esencialmente chilena, como lo era también todo el personal técnico y los miles de obreros que operaban para ella directa o indirectamente en la zona.

La expansión del capitalismo chileno en territorio boliviano no sólo alcanzó al salitre sino también a las explotaciones de plata, especialmente la mina de Caracoles. Cuando los historiadores comentan los fabulosos ingresos que proporcionó a Chile la mina de Caracoles, ‘curiosamente’ omiten que estaba situada en territorio boliviano. Bermúdez manifiesta que “Caracoles se convirtió rápidamente, ya en 1870, en un vasto campamento de trabajo y aventura. La fiebre minera que despertó el Cerro de la Plata, especialmente en Chile (la mayoría de las explotaciones eran de chilenos y el principal circulante en Caracoles eran escudos y cóndores de oro) debía influir considerablemente en la vida económica del litiral. El embarque de los minerales de plata se hacía por Cobija” (OSCAR BERMUDEZ: Historia del salitre, 1905).

Se calcula que durante 1872 y 1873 los capitales chilenos invirtieron unos dos millones de libras esterlinas en la explotación de Caracoles.

Además de Caracoles, los empresarios chilenos explotaban en territorio boliviano las minas de Hauantajaya, Huanchaca, Corocoro y Socavón de la Virgen de Orturo. Uno de los principales accionistas de la mina de plata de Huanchaca, que en 1877 ocupaba 1.567 obreros, era el chileno Melchor de Concha y Toro que tenía 355 acciones, Elías y Ezequiel Balmaceda con 125 acciones, Ramón y Gregorio Donoso con 95 acciones y Rafael Larraín con 35 acciones. Cada acción valía 1.000 pesos.

Los financistas chilenos habían llegado a controlar también el Banco Nacional de Bolivia. Este Banco, fundado en 1871, "adquirió derechos de emisión de billetes en las siguientes condiciones: tenía privilegio exclusivo sólo en el Departamento de Cobija... Los billetes se convertirían también a la vista en numerario en la oficina poderosa de Valparaíso" (LUIS PEÑALOZA: Historia Económica de Bolivia, 1954).

El Banco Nacional de Bolivia, íntimamente relacionado con las operaciones salitreras de las casas financieras de Valparaíso controladas por Edwards, abrió sucursales en Cobija y Antofagasta en enero de 1873. Hacia 1876 se había convertido en el banco más poderoso de Bolivia. El segundo banco de importancia era el Banco Boliviano controlado por el súbdito inglés Enrique Meiggs, (se acuerdan que estuvo trabajando en Perú???)

Dejo aquí un extracto de un discurso dado por, el Secretario personal del General peruano Miguel Iglesias, don Julio Hernández, durante la Asamblea del Norte del Perú de 1882:

"Chile era nuestro aliado hasta 1872. ¿Quién dio el pretexto para la enemistad de Chile? ¿Quién nos hizo más débiles por mar y tierra? ¿Quién nos condujo a la ruptura maniatados?: El Gobierno del Señor Pardo, ese Gobierno a quien se acaba de llamar glorioso... ¡El más glorioso del Perú!"

"Y como no fuera bastante esperar el peligro como un idiota, el más glorioso Gobierno que ha tenido Perú, hirió de muerte la industria chilena en Tarapacá. Para satisfacer impuras necesidades de círculo y devolviendo a Chile capitales y brazos empleados en nuestro suelo... exaltó sus iras hasta precipitar deliberadamente los funestos acontecimientos".

¡Pero qué sucedió después de la guerra?

La política de liberalismo económico, que se concretó en las resoluciones de 1881 y 1882, significó la devolución a los empresarios privados de 80 oficinas que cubrían 7.000 estacas, adquiridas en su mayoría por los inversionistas ingleses DURANTE la guerra del Pacífico. El gobierno se quedó con 8.230 estacas que posteriormente puso en venta o arriendo. Los decretos del 28 de marzo de 1882 y del 26 de enero de 1886 autorizaron nuevos remates de oficinas salitreras.

Los bancos, especialmente el de Valparaíso, controlado por Agustín Edwards, facilitaron cuantiosos capitales a los especuladores ingleses para la compra de certificados salitreros. Ramírez Necochea señala que "hasta el año 1884 se calcula que los bancos Nacional de Chile y Valparaíso tenían prestados alrededor de $ 5.000.000 a personas, principalmente inglesas, que se habían dedicado a la adquisición de certificados. Entre los deudores del Banco de Valparaíso se destaca John Thomas North, quien tenía créditos por sumas superiores a $600.000 ( De hecho, fue este banco quién, en 1880, le prestó el dinero para iniciar labores de extracción de la salitrera “la peruana”). Los bancos chilenos fueron, pues, la fuente de recursos que utilizaron los especuladores ingleses" (HERNAN RAMIREZ N.: Balmaceda)

Guillermo Billinghurst (recordemos que era PERUANO) sostiene que después del triunfo chileno en la guerra del Pacífico "lo lógico y natural habría sido que los industriales chilenos fueran los llamados a disfrutar de las franquicias y protección de los bancos chilenos y los que adquiriesen las oficinas provisionalmente primero y definitivamente después... Pero no hay que confundir las personas con las cosas. Los industriales que se apoderaron de las oficinas no fueron pues nacionales de Chile, pero el capital con que se hizo renacer la industria salitrera era, casi en su totalidad, esencialmente chileno" (GUILLERMO BILLINGHURST: Los capitales salitreros de Tarapacá, 1889).

Concluimos con esto que las inversiones inglesas nunca fueron tales, y entregamos datos concretos de ellos, incluyendo aseveraciones entregadas por destacados políticos peruanos.